La mañana del jueves 8 de julio de 2021 nos dejaba Josep Márquez Vanrell. Nos llegaba la noticia desde la Unión Excursionista Menorquina (UEM) de la que fue presidente muchos años y vocal de espeleología.
Josep Márquez, con mono azul, explorando una cavidad con nuestro amigo común Llorenç Capellà. Foto UEM. |
Josep Márquez saliendo de uno de los pequeños boquetes que no dejada pasar sin explorar. Foto UEM. |
Nos conocimos hacia 1995. Yo me había mudado a la casa de mi padre en Menorca para estudiar sus murciélagos con una beca del Institut Menorquí d'Estudis, compaginándolo con el servicio de objeción de conciencia.
Josep era en ese momento (y muchísimos años más) el presidente de la UEM, Unión Excursiónista Menorquina, y espeleólogo. Tenía interés en los murciélagos y había registrado todo lo relativo a los murciélagos en sus visitas espeleológicas, recogiendo medidas biométricas y los ejemplares que encontraba muertos.
Nos conocimos en su casa de Llumaçanes, donde me enseñó lo que tenía y entregó una copia. No se si fue ese día que improvisaron una invitación a comer, a mi mujer y a mí, sin apenas conocernos de nada. Aquellos macarrones, comidos en su casa con su mujer y sus hijas, nos dieron una cálida bienvenida a la isla.
Él buscaba dónde poner en valor toda la información sobre murciélagos y así empezó nuestra relación.
Gracias a él encontramos una especie de murciélago que no se conocía en Baleares, Myotis emarginatus (ver artículo aquí), y se tomaron muestras de moscas parásitas que dieron lugar a otra publicación (aquí), entre otros resultados.
Me encantaba su forma de trabajar desde la UEM, practicando la espeleología con una clara vocación de servicio a la sociedad y a la ciencia, con respeto al medio y a los habitantes de las zonas visitadas.
Eran justo los años en que junto a Pere Arnau desarrollaron una intensísima exploración de todos los boquetes, grandes, pequeños o minúsculos, que dio grandes frutos como el descubrimiento de la Cova d'es Carrix.
Josep disfrutaba hablando, con esa voz grave y pausada tan característica suya, de las investigaciones y hallazgos que se hacían, siempre hablando en plural poniendo a la Unión Excursionista Menorquina como autora del trabajo en equipo, sin echarse flores para él.
Visitamos muchas cuevas juntos, lo que siempre era un placer en buena compañía de la pandilla de la UEM, desayunando un coc con berenjenas sentados en una piedra.
Le echaremos de menos.
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