Santiago Ramón y Cajal (Petilla de Aragón, 1 de mayo de 1852 - Madrid, 17 de octubre de 1934) no fue siempre un señor calvo, con barba blanca mirando un microscopio.
Se acaba de publicar una nueva biografía: Cajal. Un grito por la ciencia (Next Door Publishers) que recoge, entre otras cosas, facetas de su vida muy diferentes a esa vida académica en que todos imaginamos al premio nobel. Un ejemplo: su desmedida afición al culturismo en su juventud.
Pero no hacemos este post en Murciélagos y más por lo del culturismo. ¿Adivináis qué hacia el joven Santiago con 12 años en sus clases de latín en la ciudad de Huesca? Dentro texto:
Sus clases de latín, con 12 años, resumen su infancia: “Allí se alborotaba, se hacían monos, se leían novelas y aleluyas, se fumaba, se disparaban papelitos, se jugaba a las cartas [...]. Llegado el buen tiempo, surcaban el aire, arrojados por manos invisibles, pájaros y hasta murciélagos”.
Fuente: Reseña de la nueva biografía en El Pais:
https://elpais.com/elpais/2018/12/07/ciencia/1544203336_618933.html
Se acaba de publicar una nueva biografía: Cajal. Un grito por la ciencia (Next Door Publishers) que recoge, entre otras cosas, facetas de su vida muy diferentes a esa vida académica en que todos imaginamos al premio nobel. Un ejemplo: su desmedida afición al culturismo en su juventud.
Ramón y Cajal (dcha), ni ropa ni microscopio (fuente) |
Pero no hacemos este post en Murciélagos y más por lo del culturismo. ¿Adivináis qué hacia el joven Santiago con 12 años en sus clases de latín en la ciudad de Huesca? Dentro texto:
Sus clases de latín, con 12 años, resumen su infancia: “Allí se alborotaba, se hacían monos, se leían novelas y aleluyas, se fumaba, se disparaban papelitos, se jugaba a las cartas [...]. Llegado el buen tiempo, surcaban el aire, arrojados por manos invisibles, pájaros y hasta murciélagos”.
Fuente: Reseña de la nueva biografía en El Pais:
https://elpais.com/elpais/2018/12/07/ciencia/1544203336_618933.html
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